El pie de atleta es un tipo de infección provocada por la presencia de hongos. Al ser un problema relativamente frecuente entre deportistas, se ha popularizado con este nombre. Sin embargo, también es común llamar a esta infección fúngica “tiña podal”.
El hongo que provoca este problema es de la familia de los dermatófitos, es decir, hongos que se alimentan de la queratina de la piel. Se ubican especialmente entre los dedos de los pies, ya que es la zona más húmeda y menos ventilada. Ahora bien, a medida que avanza la infección, ésta puede ir extendiéndose. Por eso, también podemos encontrarlo en la planta de los pies y los talones.
El pie de atleta recibe este nombre porque es común que se contagie en zonas deportivas especialmente húmedas como la piscina, la ducha del gimnasio o cualquier otro espacio similar. Entrar en contacto con el hongo hace muy probable la infección, ya que es altamente contagiosa. Por este motivo se considera que un deportista, tarde o temprano, se enfrentará a esta dolencia. A no ser, claro está, que tome las medidas preventivas pertinentes, tal y como explicaremos más adelante.
Síntomas del pie de atleta
En los primeros estadios de la infección, la persona que tiene pie de atleta nota un picor intenso entre los dedos. Ese picor no se calma, sino que va siendo cada vez más irritante. De hecho, la sensación se asemeja más bien a un escozor. En pocos días es probable que las zonas afectadas presenten la piel escamosa, y que los pies empiecen a oler de forma desagradable. A medida que la infección avanza, si no se toman medidas, la piel podría empezar a formar ampollas y desprenderse, lo que ocasionaría todavía más dolor y molestias.
Como ves, no es una situación nada agradable. Por eso es tan importante detectar la infección a tiempo. En cuanto se perciban molestias conviene acudir al médico o a la farmacia para adquirir el tratamiento necesario. No hay que dejarlo pasar pensando que se curará solo, porque eso no ocurrirá. El pie de atleta no mejora de forma espontánea: el tratamiento es imprescindible para su curación.
Cómo curar el pie de atleta
El tratamiento suele consistir en la aplicación de una crema o unos polvos antifúngicos en las zonas afectadas. Eso se debe hacer durante unas cuatro semanas. Es importante que este tratamiento se siga aplicando dos semanas después de que los síntomas desaparezcan para evitar una posible recidiva. También conviene ser muy constante en la aplicación del medicamento, pues este tipo de hongos son resistentes y hay que tratarlos a diario para eliminarlos definitivamente. Ahora bien, si haces esto durante un mes y ves que los síntomas no mejoran, será necesario visitar al médico para que valore la situación nuevamente.
Durante el tratamiento del pie de atleta, es muy importante usar toallas distintas para los pies y para el resto del cuerpo. También es esencial lavarse bien las manos después de tocar los pies. El motivo, ya lo debes imaginar. Es altamente contagioso, y no querrás que la infección se expanda a otras zonas. Además, contribuirás a eliminarlo si logras mantener los pies secos. Aunque eso suponga cambiarse los calcetines varias veces al día.
Por otro lado, es probable que las zapatillas que has estado utilizando mientras sufrías el pie de atleta también se hayan infectado. Para desinfectarlas adecuadamente debes limpiarlas en profundidad y utilizar un antifúngico en polvo para la plantilla y el interior del calzado.
Como prevenir el pie de atleta
Tanto si ya has sufrido pie de atleta como si no, es muy importante que sepas qué hacer para prevenir su aparición.
- En primer lugar, es imprescindible que utilices chanclas cuando andes por espacios deportivos públicos. Recuerda que los vestuarios de gimnasio, las duchas y las piscinas son espacios donde suele habitar este hongo.
- Cuando hagas ejercicio, procura quitarte las zapatillas de inmediato, al igual que los calcetines. Mantener los pies con humedad dentro de las zapatillas puede provocar la aparición de estos hongos. Lo mejor es cambiarse los calcetines cuando detectes que están sudados, incluso si no has hecho ejercicio.
- Utiliza calzado transpirable. Compra siempre zapatillas de calidad que garanticen una adecuada ventilación, zapatos de cuero, y en general, evita ponerte un calzado si detectas que te hace sudar en exceso. Si has comprado los zapatos o zapatillas en Querol puedes estar tranquilo porque solo seleccionamos calzado de las mejores marcas, que utilizan materiales de calidad y altamente transpirables.
- Conviene lavar los pies a diario con agua y jabón y secarlos a conciencia, especialmente entre los dedos, antes de ponerse el calcetín.
Con estos consejos, posiblemente evites sufrir pie de atleta en el futuro. De todas maneras, recuerda que casi todas las personas lo sufren en algún momento de su vida. ¡Lo bueno es que ahora ya sabes cómo actuar!