Una ampolla es una acumulación de líquido que aparece a consecuencia de un roce o fricción repetitiva. La piel, al detectar una irritación, pone en marcha este mecanismo de defensa con el objetivo de proteger el tejido interior, y lo hace creando esa burbuja de líquido transparente en la primera capa de la piel.
¿Por qué salen ampollas en los pies?
Generalmente las ampollas aparecen en las zonas del pie que más rozan con el calzado, siendo las más frecuentes el talón, los dedos y la planta del pie.
Todos hemos tenido ampollas en los pies alguna vez. Es algo muy frecuente, especialmente cuando estrenamos calzado o cuando realizamos actividades como andar, correr o practicar algún deporte por más tiempo del habitual. Sin embargo, que sea tan común tener ampollas en los pies no le quita importancia, pues su aparición es muy molesta y dolorosa.
Cuando tenemos ampollas en los pies, parece que hasta lo más cotidiano supone una tortura. Especialmente si seguimos utilizando el mismo calzado que nos las causó. El motivo es que el calzado seguirá rozando justo en esa zona, haciendo que la irritación aumente y la zona siga lesionándose en lugar de recuperarse.
Cómo curar las ampollas en los pies
Cuando nos aparece una ampolla en el pie, es importante actuar cuanto antes para que ésta no aumente de tamaño ni nos siga molestando. Así pues, para curar ampollas en los pies, conviene hacer lo siguiente:
- Limpiar la zona con agua tibia y jabón, para asegurarnos que eliminamos cualquier resto de sudor y suciedad.
- Secarla con suavidad, realizando ligeros toques con una gasa o un pañuelo de algodón limpio.
- Aplicar clorhexidina, un líquido que desinfecta la piel. Es preferible aplicar clorhexidina frente a betadine, agua oxigenada o alcohol.
- Tapar la zona utilizando una gasa antiadherente, y terminar cubriendo con esparadrapo de papel.
¿Es conveniente reventar la ampolla?
Muchos se preguntan si es necesario reventar la ampolla o es mejor dejar que siga su curso. Todo depende del tamaño. Si es una ampolla de gran tamaño posiblemente resulte muy dolorosa, incluso si cambias a un calzado más holgado y flexible. En ese caso, sí que es adecuado drenar la ampolla, ya que es el líquido el que provoca la molestia.
Para hacerlo, justo después de aplicar clorhexidina, utilizaremos una aguja esterilizada para realizar una pequeña punción. Con el uso de una gasa ayudaremos a que el líquido drene, y volveremos a desinfectar la zona. Para terminar, aplicaremos un apósito para ampollas.
Durante la curación de la ampolla, es muy importante no retirar la piel, ya que es una capa de protección que favorece la recuperación. Dejar la herida expuesta podría provocar infecciones que empeorarían la situación. Esa piel se irá secando y se desprenderá totalmente cuando la piel nueva haya aparecido.
Cómo evitar las ampollas en los pies
Si quieres evitar que te aparezcan ampollas en los pies, es muy importante que estés alerta a los primeros síntomas. Éstos se pueden percibir antes de que la ampolla aparezca, así que puedes actuar de forma preventiva.
Los síntomas que indican que una ampolla se está formando son:
- Sensación de roce o irritación.
- Calor y enrojecimiento de la zona afectada.
Cuanto antes detectes el roce, antes podrás tomar medidas, que son las siguientes:
- Quítate el calzado y deja que el pie se airee y se refresque.
- Aplica crema hidratante o vaselina en la zona afectada. Cuando la piel está hidratada es más resistente, por eso conviene hidratar periódicamente los pies para que siempre estén en óptimas condiciones. Y cuando el roce ya está apareciendo, la capa de vaselina ayudará a disminuir la fricción.
- Si es posible, cambia de calzado inmediatamente para que esa zona afectada pueda recuperarse. Otra posibilidad es utilizar un apósito para proteger la zona.
En general, para evitar que aparezcan rozaduras es importante utilizar calcetines de algodón y sin costuras, especialmente si vas a andar o a practicar algún deporte.
También es esencial elegir correctamente el calzado para cada actividad.
Por último, ten en cuenta que la mayoría de ampollas en los pies aparecen cuando estrenamos calzado. Esto ocurre porque el zapato aún no se ha adaptado a la forma de nuestro pie. Por eso, si vas a estrenar un calzado, lo mejor es utilizarlo por períodos breves de tiempo, para que se vaya amoldando progresivamente sin que te haga ampollas.
Consejos en la elección del calzado para evitar las ampollas
Aunque el calzado nuevo es el principal causante de las ampollas, la calidad del mismo también tiene un papel importante.
Cuando compramos calzado de mala calidad, en general es más probable que éste nos cause lesiones. Sus materiales no son tan flexibles, transpirables y cómodos como cabría esperar. Por eso, con el calzado es importante ser exigentes y elegir siempre marcas de confianza.
A la hora de probar tus zapatos nuevos, asegúrate que no te aprietan ni que te bailan, ya que ambas situaciones son causantes de rozaduras y ampollas en los pies. Elige la talla justa que te aporte comodidad desde el minuto uno.